Daimler ha comunicado oficialmente que va a suspender la producción de sus berlinas Mercedes Benz en las factorías que tiene en los Estados Unidos y en Méjico. Un anuncio en la línea de los recortes anunciados por el gigante alemán en las últimas semanas ante la grave crisis que está atravesando el sector.
No se descarta que tras este anuncio lleguen otros que afecten a otras factorías con la clara intención de reducir costes para que la cifra de negocios vuelva a su lado positivo.
Grandes pérdidas mundiales
Tras la fase inicial de alarma por el COVID-19, la marca alemana ha realizado un primer balance de ingresos y pérdidas provocadas por el mismo en todos los mercados donde se encuentra presente. Durante el primer trimestre del año la cifra negativa en Daimler ha superado el billón y medio de euros.
Unos datos que la marca tiene previstos que no mejores en la segunda parte de 2020, ya que solo en impuestos e intereses las pérdidas pueden alcanzar otros 700 millones de euros.
Aguascalientes y Tuscaloosa
El primer recorte que Daimler ha decidido realizar en sus líneas de montaje lo ha dirigido a Méjico, la fábrica de Aguascalientes ya ha recibido la orden de cesar la producción del Clase A en sus instalaciones. En su lugar la marca ha decidido que se fabrique el SUV compacto GLB.
Asimismo los responsables de la factoría estadounidense de Tuscaloosa, en el estado de Alabama, han recibido la orden de no seguir produciendo en sus instalaciones la Clase C. Confirmando ahora un rumor que ya circulo en el año 2017 cuando el futuro de la factoría americana era incierto.
Ahora en Tuscaloosa se van a producir principalmente vehículos SUV de gama alta destinados al mercado estadounidense donde todavía Daimler cuenta con un gran número de ventas anuales.
Una decisión urgente
Todavía no hay una fecha concreta para el cese de la producción en ambas factorías, tan solo el apercibimiento de que deberán hacerlo en breve.
Según vayan los resultados económicos en este mes se determinará el momento más adecuado. Todo ello motivado porque la división Cars & Vans de Mercedes Benz ostenta por sí sola unas pérdidas de más de 1,13 billones de euros acumulados. Además Daimler se ha visto obligado a invertir 129 millones de euros adicionales para reintegrar a sus puestos de trabajo a todos aquellos empleados que habían sido inscritos en el ERTE global de la compañía por culpa del confinamiento.
A todo ello se la ha sumado otros 687 millones de euros necesarios para toda la reorganización que se ha realizado en las puestas en marcha nuevamente de las distintas factorías a nivel mundial.
