
La crisis en el Grupo Renault acapara la atención de todo el sector automovilístico por los movimientos que va a realizar en todas y cada una de las marcas que engloba de forma inminente.
Alpine es una de ellas. La marca deportiva por excelencia de Renault que resurgía como ave Fénix en 2017 tiene ahora un complicado futuro a corto plazo.

Un solo modelo en toda su gama, el A110 con distintas versiones, le pone en el punto de mira para cambios importantes si realmente se opta por su supervivencia en el Grupo.
Los rumores apuntan a la posibilidad de que Alpine remodele su estructura para contar con una gama única de modelos deportivos eléctricos sin perder su estilo ni rasgos característicos.

Alpine, renovación o desaparición
“Alpine representa una marca única en el panorama del automóvil y debemos estudiar muy seriamente su futuro para ver cómo le podemos dotar de elementos que le permitan demostrar su valor añadido al Grupo Renault“.
Así se mostraba el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, cuando se le preguntaba acerca de Alpine y su continuidad. “Es obvio que no podemos seguir trabajando con la marca en el mismo modo que lo hemos hecho hasta ahora“.

Las palabras de Senard dejan entrever que será el nuevo CEO de Renault, Luca De Meo, el encargado de anunciar en breve más cambios a partir del próximo mes de julio.
No se esta estudiando un plan simple para Alpine, ya que la posible idea de transformarla en una marca de deportivos eléctricos no es una tarea fácil.

Habría que modificar parte de la planta de producción en Dieppe y además coordinar proveedores externos especializados en ese tipo de vehículos. Todo ello supone una gran inversión de dinero, y en estos momentos en el Grupo Renault se habla de “ajustarse” el cinturón económico al máximo.
No queda más que esperar un poco todavía para conocer una nueva etapa en Alpine o por si el contrario cierra definitivamente una nueva página en su historia.

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