La 44ª edición del Dakar estaba marcada por la presencia de la arena y la 8ª etapa es sin duda la perfecta ilustración de ello.
Los 830 kilómetros del día han llevado a la caravana hacia el sur del país, concretamente entre Al-Dawadimi y Wadi As-Dawasir. En el corazón del reino y en la provincia de Riyadh, la segunda especial consecutiva de casi cuatrocientos kilómetros esperaba a los competidores.
El menú del día incluía un 24% de dunas, la ración más importante desde el inicio del rally. Solo la anteúltima etapa reservará un porcentaje tan elevado, lo cual invita a pensar que podrán marcarse diferencias la propia víspera de la meta final.

La especial ha arrancado en el desierto de Nafud as Surrah con unas dunas suculentas que se les han atragantado a varios, que han tenido que intentarlo en varias ocasiones hasta coronar sus casi 1.000 metros de altitud.
Auténticos colosos de arena ante los que el piloto de Audi Mattias Ekström, que participa en su primer Dakar, ha preferido mostrarse prudente, sobre todo tras constatar que “Mister Dakar” arrancaba el capó precisamente al impactar contra una de ellas.
Cambios en 2 ruedas
La tensión sube un nivel con la llegada de las últimas etapas, sobre todo en la piña en la que se mueve la clasificación de motos.
Destronado del liderato por Adrien van Beveren, Sam Sunderland no ha querido cederle este privilegio a su cuñado más de un día. El ganador del Dakar 2017 se ha puesto en modo reconquista y ha firmado el mejor tiempo, recuperando de paso las riendas de la jerarquía, mientras que el francés de Yamaha, lastrado por la avería del botón automático del road book, ha visto también desfilar por delante de él a Matthias Walkner.

En 3ª posición a 4’43’’ de Sunderland, VBA puede aún aspirar a lo más alto, sin perder eso sí de vista a los pilotos de Honda, que querrán sin duda aguarle la fiesta, sobre todo Pablo Quintanilla, que le sigue a solo 47’’. En quads, el horizonte se presenta mucho más despejado. Alexandre Giroud abre el hueco sobre Pablo Copetti a más de media hora al adjudicarse su segunda especial del año.
Duro revés para Cristina Gutiérrez
Durante la edición 2021, causó sensación al convertirse en la primera mujer en conquistar una etapa del Dakar desde Jutta Kleinschmidt en 2005.
Unos años después, Cristina Gutiérrez confirmó su valía al ganar la copa del mundo de rally raids en T3. Por ello, figuraba entre los favoritos en la parrilla de salida el pasado 1 de enero junto a su fiel copiloto François Cazalet.
Tras firmar un buen arranque, los primeros sinsabores le llegaron en la 3ª etapa en forma de un problema técnico que le hizo perder casi 1h30’. Pero eso, lejos de hundirla, le hizo sacar las garras. Cuarta en las dos especiales siguientes, Gutiérrez se reencontró con el podio en las etapas 6 y 7, donde firmó el segundo puesto. Sus resultados le han permitido abordar la especial de hoy desde la tercera posición de la general provisional. Con más de 2h de retraso sobre el líder, eso sí, pero con el Top 3 al alcance de la mano…

Eso pensaba al menos antes de sufrir una nueva avería en el km 50 de la especial. La pareja de Red Bull lograba encontrar una solución para reanudar la carrera pero el daño ya estaba hecho: casi 3 horas perdidas en la arena. Todo apunta a que la española y el francés se despiden de sus opciones al podio. Pero en el Dakar, bien es sabido, no hay nada decidido hasta el final.
Al fin y al cabo, están a solo 2h del tercer escalón, ocupado ahora por la otra pareja franco-hispana, la que conforman Fernando Álvarez y Xavier Panseri. Como hemos visto hoy con total claridad, basta una etapa para hacer tabula rasa del pasado…
Audi gana, Loeb suma.
El margen de Nasser Al-Attiyah sigue siendo cómodo, aunque eso no quiere decir que el catarí duerma tranquilo. Primero porque su principal rival se llama Sébastien Loeb… Ya saben, ese que nunca tira la toalla. Incluso después de romper el depósito y perder una rueda, el francés recortaba su distancia en siete minutos.
Además, tampoco el propio catarí está a salvo de los problemas, y de hecho se ha llevado hoy un buen susto tras romper la transmisión y recorrer la etapa con tracción a dos ruedas. Se trata, sin duda, de una llamada de atención para el líder, que es consciente de que los Audis le harán la vida si cabe más difícil el año que viene.
Aunque no suponen para él una amenaza en la general, los tres Q RS e-tron han tomado posiciones en las cuatro primeras líneas de la clasificación, con Mattias Ekström a la cabeza.

El RS Q e-tron concebido por Audi ya había dado muestras de su rendimiento de manos del coleccionista Carlos Sainz durante la tercera etapa. Hoy, el excampeón de rally-cross (2016) se ha impuesto con el honor de liderar un proyecto colectivo de altos vuelos, y lo ha hecho en una etapa en la que hemos rozado un podio 100% Audi, con Peterhansel 2º y Sébastien Loeb privando a Sainz del tercer puesto por solo tres segundos.
Más allá de la anécdota, es posible que Mattias Ekström reciba la consigna de Sven Quandt de tranquilizarse un poco con la búsqueda de especiales, sabiendo que es él quien ha enarbolado más alto la bandera de la marca de los anillos. 11º de la jerarquía, se coloca a solo 9 minutos del Top 10… Un resultado sin duda loable para la primera salida de un 4×4 de motorización híbrida en el Dakar.