La marca del óvalo sigue trabajando para relanzarse en el mercado asiático. La prioridad de China obliga a Ford a pensar en una drástica reducción de costes.
Todo ello con el claro objetivo de conseguir un mejor lugar en las ventas de ese país, considerado actualmente como el mercado automovilístico más grande del mundo.

Problemas desde hace años
Las cifras de Ford en China no son nada positivas desde 2016. Sus matriculaciones han bajado considerablemente a lo largo de estos últimos años.
“Nuestros costes no son para nada competitivos y por eso estamos trabajando internamente junto a nuestros socios para reducirlos al máximo en todas las áreas posibles“, han comentado oficialmente desde China los responsables de Ford.
Ford ha iniciado un plan de acción con el que aumentar su presencia en ese mercado. Basándose en una nueva organización mucho más ágil si lo que desean es tener un plan de negocio mucho más sostenible.

Reducción de empleos
Uno de los componentes principales de la estrategia de Ford para mejorar su posición en China es el de reducir costes y en consecuencia puestos de trabajo. Aproximadamente serán unos 1.300 trabajadores los que no seguirán.
El propio Jim Farley (CEO de Ford) ha sido el encargado de comentar la gran importancia de China para la firma automovilística como uno de sus objetivos principales de exportación de vehículos eléctricos.
“Somos conscientes de que China no es sólo el mercado más grande de todo el mundo para los vehículos eléctricos, es mucho más que eso“.
“Se trata de una zona clave para nosotros. La tecnología de las baterías, toda su experiencia digital junto a una amplia gama de productos avanzados sin olvidar la integración del software y el hardware en los automóviles, son algunas de las principales razones de nuestra presencia en China“.
